El estándar passivhaus es una forma de construcción basada en conseguir edificios de gran eficiencia energética y alto grado de confort.
Este tipo de edificación reduce a mínimos el consumo energético, pudiendo aplicarse tanto a edificación existente como a obra nueva.
Aislamiento térmico: se estudia cuál es el espesor óptimo de aislamiento para cumplir con una demanda energética para calefacción y refrigeración ≤ 15 kWh/(m2año), muy por debajo del consumo actual de viviendas.
Edificación libre de puentes térmicos: en fase de proyecto se estudian los puntos débiles de la vivienda, es decir, aquellos puntos donde se interrumpe la capa de aislamiento, tratándose para suprimirlos o minimizarlos.
Altas prestaciones en carpintería: las puertas y ventanas utilizadas en viviendas pasivas son de altas prestaciones. Esto se consigue con carpinterías y vidrios de baja transmitancia térmica y buena colocación en obra.
Envolvente hermética o estanqueidad al aire: se tratan suelos, fachadas y cubiertas en contacto con el exterior para evitar filtraciones de aire a través de los materiales de construcción y sus encuentros. Esto evita daños en la construcción por humedad, evita corrientes de aire, hay una menor pérdida de calor, y mejora el aislamiento acústico.
Ventilación mecánica con recuperador de calor: mediante este sistema se consigue una renovación constante del aire interior de forma eficiente gracias al recuperador de calor ya que, se expulsa el aire viciado y se introduce del exterior aire limpio previamente filtrado y atemperado. Esto evita malos olores en la vivienda, concentración y acumulación de contaminantes, concentraciones indeseadas de CO2, reduce pérdidas de calor por ventilación y aumenta el confort.
El estándar passivhaus es un tipo de construcción que no supone el uso de unos materiales, productos o estilos de diseño concretos, sino que, se trata de la utilización de técnicas pasivas donde, aparte de los cinco principios básicos, también juegan un papel muy importante el diseño bioclimático, donde se tienen en cuenta factores como la orientación y la compacidad, y las protecciones solares, que evitan el sobrecalentamiento de la vivienda.
La implementación correcta de los principios passivhaus harán que tu vivienda siempre se encuentre a una temperatura idónea y con aire renovado y, lo que es más importante, con muy poco consumo.Pero este tipo de viviendas no es algo novedoso, sino que se remonta al año 1988 con los pioneros de la eficiencia energética.
En el año 1990, se construye en Darmstadt el primer edificio Passivhaus. Éste sirvió como proyecto de investigación y fue monitorizado, arrojando en 2017 unos datos que indicaban que todavía seguía cumpliendo con el estándar.
En 1996 se funda el Passive House Institute (PHI), se trata de un instituto de investigación independiente fundado por el Dr. Wolfgang Feist con el objetivo de investigar y desarrollar componentes, tipos de construcción, materiales y herramientas para edificios altamente eficientes.
Desde entonces y hasta nuestros días, numerosas empresas, organizaciones y particulares han apostado por este sistema de construcción tan eficiente y confortable.
En resumen, passivhaus significa confort y muy poco coste energético.
La certificación passivhaus garantiza que lo construido cumple con precisión lo proyectado.
En fase de proyecto, un técnico passivhaus designer diseña la vivienda, selecciona el aislamiento y carpintería óptimos, estudia los puntos débiles minimizándolos al máximo, genera una envolvente hermética continua y dispone una ventilación mecánica con recuperador de calor en un lugar estratégico.
Un certificador passivhaus comprueba que el proyecto cumple con los criterios passivhaus.
Todos los agentes implicados en el diseño están certificados por el Passive House Institute, garantizando que tienen la capacidad técnica necesaria para llevar a cabo este tipo de proyectos.
Durante la construcción se realizan comprobaciones exhaustivas de que todo se ejecuta según lo proyectado, prestando especial atención a las uniones entre materiales, uso de los materiales correctos y a la hermeticidad. Además, se realiza un test de blower door, es decir, una prueba en la que se obtiene el nivel de hermeticidad de la vivienda, siendo aceptados valores inferiores a 0,6 renovaciones de aire por hora.
Una vez terminada la vivienda, se garantiza que la misma tiene, la calidad, la eficiencia y el consumo previstos en proyecto. Es entonces cuando el Passive House Institute, emite un certificado garantizando el cumplimiento de su estándar y la añade a su base de datos de viviendas certificadas.
Este certificado, así como las pruebas a realizar durante las fases de proyecto y obra tienen un coste simbólico en el cómputo global y supone una garantía para el cliente de que lo construido es lo proyectado. Además, la vivienda tendrá un valor más alto de tasación y obtendrá mejores condiciones de financiación.
En el taller de arquitectura apostamos por un consumo responsable y sostenible de los recursos, y el estándar passivhaus cumple con estos criterios, por ello, somos passivhaus designer certificados por el Passive House Institute (PHI), lo que avala nuestra capacidad técnica para abordar este tipo de proyectos donde la demanda de energía es mínima y el grado de confort muy alto, consumiendo lo que realmente se necesita.
